Ya no quiero dibujarte,
ni pintar idílicos paisajes,
me deje los equipajes,
tratando de alcanzarte...
Siempre estuviste tan lejos,
y yo no queria asumirlo,
mas los cantos de los mirlos
quebraron los espejos...
No nos entendimos,
yo buscaba calma y sosiego,
tú libertad y desapego,
tú risas y yo mimos...
Quise convencerte
de que valía la pena
soltarse la melena,
destrozar verbenas,
no pude retenerte,
como flor de hierbabuena...
Dos dias seguidos
mas de lo que pude soportar
la tension se podia cortar
destrozando mis oidos...
Esa mañana mi tumba
se abria a trompicones,
llenandome los pulmones
de notas de rumba...
Y la noche falleció,
llevandose con ella a la luna
cantandome la cancion de cuna
que al fin me adormeció...
Quise convencerte
de que valía la pena
soltarse la melena,
destrozar verbenas,
no pude retenerte,
como flor de hierbabuena...
Aitor Sorginak (29/05/07)
1 comentario:
Cuando muere la noche la Luna se esconde, y agazapada detrás del Sol espera a que la vuelvan a coger de la mano.La Luna no muere, siempre acaba volviendo al punto de partida, allá arriba con los ojos bien abiertos.
Nunca olvides que ella alumbra nuestro camino y desde las alturas nos vigila y vela por nosotros.
Tú y tus canciones.
Yo como siempre sin palabras.
AMZ
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