Esta es la historia
de una canción
que no debió existir
pero que quiero en mi memoria...
Jamás debió ser escrita
pues pretendía que fuera
la más preciosa del mundo
y se quedó sólo en bonita...
Esta canción hablaría
de besos, de lunas, de playas,
de caricias, de noches,
de pura palabrería...
Gracias, te digo gracias,
caminando de tu brazo
debajo de las acacias
del mar de los Sargazos...
Mis manos sobre tí descansando,
recorriendo tu cuerpo con afán,
mientras mis labios y mi lengua
te continuaban devorando...
Mil besos te robé aquel día,
comenzado triste, acabado mágico,
mil abrazos no son bastantes
para sobrevivir al mediodía...
Pues este nuevo amanecer
volverá a traerme tu ausencia
ahora, conseguido lo conseguido,
no me importa fallecer...
Gracias, te digo gracias,
caminando de tu brazo
debajo de las acacias
del mar de los Sargazos...
Aitor Sorginak (25/05/07)
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