sábado, 29 de marzo de 2014

EL SUELO

La lluvia repiqueteando, sin cesar,
contra los cristales…
Y yo solo pienso en el silencio.
Vuelvo a suicidarme entre paños de algodón,
sin más dolor…
Y el mundo sigue su curso.
Un día fuiste, un día fuimos, un día quisimos ser…

La sombra del cuchillo empaña la noche
y me acecha tras tu nombre,
y el sonido estridente de tu ausencia
rasga de cuajo mis recuerdos.

Sopla el viento de los grises recuerdos
por mi cabeza…
Y yo me aferro a tu voz.
Vuelvo a sangrarte por todos mis poros
en lenta agonía…
Y nadie puede percibirlo.
Lo tuvimos todo, lo perdimos todo, pudimos volar…
                          …y nos derrotó el suelo.


                               Aitor Sorginak, 29 de Marzo de 2014

lunes, 3 de marzo de 2014

GLORIA (BENDITA)

Soñar, en un sueño que se torna translúcido…
Soñar bajo recuerdos de lo que fue…
Soñar con la esperanza de lo que será…
Soñar, hasta que descubres el truco.

No es soñar esta duermevela. Ni soñar son mis pesadillas.
No es soñar la cruel cuarentena, ni soñar a base de pastillas.
No es soñar esta rutina ni esta miseria, ni soñar entre la escoria.
No es soñar un ataque de histeria, soñar es conocer la Gloria.

Abrir los ojos entre escombros tras otro amanecer desvelado,
profanar cada recuerdo en sesgados gemidos inertes, 
descubrir la alucinación de lo que llamabas vida,
y que, tras cada sombra, tras cada duda, se disfraza de muerte.

Y entonces, la luz. Y entonces, la verdad. 
Y entonces, tú.
Como una cruel revelación que golpea mi cansado rostro, 
abriendo mis ojos de par en par a lo que soy, a lo que quiero.

Un golpe de aire frío a mis párpados, obligándolos a abrirse,
una ráfaga de hielo colándose en mi pecho,
como sinónimo del despertar de este castigo,
como resolución de todos los enigmas del pasado.

Una vida esperándote, sin saber que te esperaba.
Una vida soñándote, sin saber siquiera si existías.
Una vida extrañándote, sin conocer tu nombre (que me sigue sabiendo a Gloria).
Una vida tras tus pasos, siguiendo los míos, que me llevaban a ti.

Ahora todo está claro. Ya no hay dilemas. Ni silogismos. Ni quehaceres.
Solo esculpir a besos tu sonrisa, y a caricias tu seguridad.
Solo darte cobijo en mis brazos, para defenderte de tus fantasmas.
Solo tú. Solo yo. Solo el tiempo.

Encógete. Hazte un ovillo. Acurrúcate en mi alma.
De allí nunca saldrás, para que nada te dañe, para escribir nuestra historia.
Déjame que te preste mis viejas alas negras.
Déjame llevarte hasta la Gloria.

Que no hay gloria, sin haberte conocido, ni conocimiento, ni amor, si no es el de Gloria.

Aitor Sorginak (03/03/2014)

martes, 7 de enero de 2014

HAY UN LUGAR

Hay un lugar, en mi mente, donde las heridas desaparecen,
Donde los miedos arden entre las llamas de la pasión,
Donde todo cuanto fuimos queda por debajo de lo que seremos,
Donde los sueños, sin llamarlos, se posan en tus párpados…

Hay un lugar, en mi corazón, donde la alquimia reina en solitario,
Acompañada, únicamente, por el poder de tu magia,
Donde tus besos siguen sabiendo dulces, inocentes,
Donde mis noches descarrilan ante la posibilidad de tenerte…

Hay un lugar, en mis noches, destinado tan solo a ser ocupado por ti,
Donde cada día es año nuevo y cada noche, nochevieja,
Donde mis recuerdos se entremezclan con tu ilusión,
Donde siempre me queda un minuto más para esperarte…

Hay un lugar, tan lejano, que se escapa entre los dedos del viento,
Tan cercano a la vez que casi podemos acariciarlo si lo intentamos,
Donde el vacío no tiene cabida si nuestros cuerpos se unen,
Donde la princesa se convirtió en reina, para siempre…

Ese lugar, que tan claramente veo si cierro mis cansados ojos,
Está en el punto donde confluyen tus caderas y mis manos,
Donde ya no quiero más vida que tu vida, y a ella me aferro,

Es el lugar, donde, como siempre, te esperaré…

viernes, 11 de octubre de 2013

A VECES

A veces soy los acordes rotos de una vieja canción...
a veces soy las negras sombras que te acechan en tu noche...
A veces soy las bocanadas de silencio de una garganta muda...
Y a veces, solo a veces... no soy.

A veces en mis sueños quiero escapar de tus heridas...
A veces, sin querer, escalo las abruptas laderas de tu olvido...
A veces, quiero ser, y no puedo...
Y a veces me olvido de quien fui...

A veces, por eso, escucho sin compasión tu lamento...
A veces, sin pensar, quemo en mi fuego tu ausencia...
A veces, arrastrándome, consigo llegar hasta tu orilla...
Y a veces, por despiste, te sueño...

A veces, corriendo, intento atrapar lo que quedó atrás...
A veces soy la lágrima que se confunde en la lluvia de otoño...
A veces soy el último trago de la última copa...
Y a veces, sin querer, quiero...

Y por eso, casi siempre, ardo en silencio...
como el condenado que por tres veces niega a su verdugo...
como el viento rondando entre las antenas de los edificios...
como el olor a tierra quemada tras un holocausto...
como... como quien quiso ser...
                           ...y nunca fue...

                                          (Aitor Sorginak, 12/10/13)

miércoles, 20 de febrero de 2013

TRAZADO ESTRICTO



Traicióname en treinta trincheras,
tremenda trenza para este trazo,
trágico, tríptico,
traidor de tres tramas entregadas...
Tropezando en tropel con su tromba traspapelada.

Trapos ultrajados entrenan su trajín,
como trucos extraños en tributo,
truculento, entregado,
estruendo de truenos trasnochados,
traídos con trajes trasquilados.

Atrápame entre trabas,
otrora entradas en trepanaciones,
estrechas, entramadas,
trepando tranquilos por traviesas atrofiadas.

Atracan la retribución
de trescientos trabajos atronadores,
patriotas, atrancados,
en un tropel de entramados.

Maltratado por las treguas,
tronchando los trigales de entrada
al trono del estraperlista,
estrábico, tramoyista,
penetrando la estratosfera ostracista.

Triste, trasquilado,
trabado, tranquilo y atrofiado.


Aitor Sorginak, (20/02/13)

domingo, 15 de enero de 2012

EL VENENO MÁS TRAVIESO

Aquí nos vimos la primera vez,
¿te acuerdas?
y yo me sentí como un pez,
que en tus ojos nadaba, tan azules
que pude sustituir cuerdas
por gasas, por sedas, por tules...

Fue una noche muy lluviosa,
¿lo olvidaste?
caía agua como losas,
y yo a tí me acerqué, tan suave
tú me sonreiste, me miraste
nací, crecí, morí, y no fue nada grave...

Desde aquel día vivo por tí,
¿lo has notado?
cada día sueño repetir
lo que tú me das, tan mágico
que cada vez que lo he disfrutado,
se borró lo dañino, lo triste, lo trágico...

Y desde ese día, mi princesa,
sigo colgado de tus besos
una vez probados, son el veneno más travieso,
del que quiero más remesas...
pues es en ellos donde vivo,
y es por tí, Bea, que esto escribo...

Sean mis noches las tuyas,
sea mi vida contigo,
sean eternos aleluyas,
en infinitos campos de trigo,
donde escapamos de las puyas,
donde se bien lo que digo...

Sean nuestros recuerdos conjuntos,
sean nuestras vidas paralelas,
siga yo sumando puntos,
que te deslumbren cual candelas,
sea tus sueños más ocultos,
los que soplen siempre en mis velas...

Y desde ese día, mi princesa,
sigo colgado de tus besos
una vez probados, son el veneno más travieso,
del que quiero más remesas...
pues es en ellos donde vivo,
y es por tí, Bea, que esto escribo...

Aitor Sorginak (15/01/2012)

domingo, 21 de agosto de 2011

QUE YO (CANCION PARA KRISTH)

Que yo sólo quería,

Colgarme de tus sueños

Hacer de cada día

Un recuerdo pequeño

Y quise ser el dueño

De cuanto tu corazón sentía…

Que yo sólo soñaba

Traerte a mi mundo,

Colarme sin más trabas

En tus sueños más profundos,

Y ser el vagabundo

Que en tu alma acampaba…

Que yo sólo traía

Mi saca desgarrada

Y las manos tan vacías

Cargadas de tanta nada

Que tú eras el hada

Que todo me devolvía…

Y por ahí tiraba mi ilusión

Cualquier tarde de carretera

Metido en el furgón

Que me lleva a tu vera

A tierras burgalesas

En pos de mi princesa…

Que yo solo sentía

El miedo a perderte

Soñando cada día

Poder volver a verte

Reírnos de la muerte

Gozar con cada día…


Que yo ya planeaba

El futuro más perfecto

Sacarte de la lava

A ver si hacía efecto

En todos mis defectos

Todo cuanto te amaba…

Que yo solo podía

Regalarte ilusiones

Hacer que nuestra vía

Se llenara de vagones

Cargados de doblones

De enormes alegrías…

Y por ahí tiraba mi ilusión

Cualquier tarde de carretera

Metido en el furgón

Que me lleva a tu vera

A tierras burgalesas

En pos de mi princesa…

Que todo cuanto ansiaba

Era caer a tus pies, Cristina

Y ser la pegatina

Que de tu vida colgaba

Que todo cuanto sentía

Sólo servía para levantarte

Hacer de esto un arte

Rendirte pleitesía

Que lo que ha de venir

Sólo es la antesala

De ese millón de balas

Que aún tenemos por repartir…

Aitor Sorginak, 11/08/2011